Una nueva jornada del Torneo de Ajedrez Raúl Ferreyra, pasó por el gremio, el sábado 30 de Abril. El certamen fue organizado por la Secretaría de Deportes SEP con Luis Romero y sus compañeros Carlitos y Nicolás. Más de 40 jugadores se inscribieron y participaron. Debido a la gran concurrencia hubo premios especiales como la medalla al más joven que recayó en Elián Lazarte de tan solo 7 años. Luis Romero hizo entrega de menciones singulares a las compañeras Jimena Jaramillo y Clementina Ozuna En tanto, Enrique Scolari en la categoría Supra 60, también levantó con sus manos un trofeo.
El Secretario de Deportes , Romero expresó “ gracias por venir a una edición más de esta prueba que lleva el nombre de nuestro histórico líder Raúl Ferreyra. Ha sido una jornada que superó nuestras expectativas y nos quedó chico, el noveno piso. Les agradezco mucho a todos la participación porque ustedes son el elemento principal de esta fecha que repetiremos en noviembre. Les adelanto una linda noticia, vuelve la escuela de ajedrez para los afiliados y público en general bajo la coordinación del Maestro Guillermo Soppe. Quiero destacar, su gran tarea en la fiscalización y arbitraje junto a su hermano Mauro Soppe.”
Durante toda la tarde pequeños, jovencitas y adultos colmaron la terraza y el último piso de la sede SEP demostrando concentración e inteligencia en cada ronda de este milenario juego ciencia. Finalmente hicieron podio Desiree Luna, Ismael Quinteros y el trofeo mayor fue para Lautaro Gonzalez.
El ajedrez es un juego de ciencia cuya práctica fomenta aspectos intelectuales y recreativos de aquellos que lo practican, al tiempo que brinda un marco adecuado para la socialización, incorporación de pautas y respeto de las normas.
Es beneficioso para todas las edades ya que favorece aptitudes mentales como: concentración de la atención, memoria (asociativa, cognitiva, selectiva y visual), abstracción, razonamiento y coordinación, entre otras.
El principio básico del sistema suizo para ajedrez de funcionamiento consiste en enfrentar a cada competidor con un oponente de su misma puntuación en cada ronda. Si no es posible asignar un oponente de su misma puntuación se le buscará alguien que tenga la puntuación más cercana.
El sistema suizo permite que jueguen un torneo un número indefinido de personas, y que todos ellos jueguen el mismo número de partidas, además, cada uno jugará contra los de su mismo nivel.
Básicamente consiste
La enorme proliferación de los torneos abiertos de ajedrez rápido o relámpago (respectivamente, 15 a 60 minutos, o menos de 15 minutos, según la reglamentación de la FIDE) no es imaginable sin la técnica del sistema suiz
Sistema flexible, admite participaciones muy numerosas. Puede adaptarse a una menor o mayor exigencia, o a una baja o alta participación por la sencilla vía de reducir o aumentar el número de rondas o ruedas.
Guillermo Soppe fue uno de los más grandes ajedrecistas del país. Nació el 19 de septiembre de 1960 en Córdoba Capital y desde la ciudad ingresó a la élite de esta actividad a la que llegó a ser maestro internacional.
Reconocido en todo el mundo, se retiró de la actividad profesional, pero no se alejó de su pasión por el tablero. Ahora se dedica a la educación y a la fomentación del ajedrez. Se capacitó como instructor, cursos para perfeccionarse en este nuevo rol.
llevarlo a todo el mundo. Y observaba que tenía la posibilidad de entrar en el campo social, porque lo pueden jugar todos por igual sin ningún tipo de distinción o diferenciación. además, el cordobés da clases de ajedrez en Belgrano, en la Agencia Córdoba Deportes, en la Municipalidad de Córdoba y en la Universidad Católica.
Campeón argentino en dos oportunidades, representante olímpico en cinco, autor de libros y otras publicaciones, entrenador y maestro, connotado dirigente del ajedrez de Córdoba, hermano de la recordada Edith Soppe (una de las mejores ajedrecistas argentinas)
Kasparov y Karpov son al ajedrez lo que Maradona y Pelé al fútbol. Ninguno como ellos logró que el público “no ajedrecístico” se interesara por una partida en un tablero de 64 escaques (nombre que reciben de los “casilleros”). Y fue a uno de estos monstruos a quien Soppe, alguna vez, tuvo contra las cuerdas. “En 1998, jugué contra Gari (Kasparov). Tenía el juego ganado. Mientras no pensé que lo tenía a él enfrente, venía bien. Cuando tomé consciencia de contra quién estaba jugando, empecé a hacerlo mal. Me había preparado mentalmente
Cuerpo y mente en el ajedrez, pero desde otro ángulo. Soppe sigue a pie firme ligado a su pasión, pero elige salidas más altruistas, como la de enseñar parte de lo que aprendió. “El ajedrez ejercita el razonamiento, la memoria; es un deporte y una herramienta educativa.